Cine y emociones

Cómo el cine puede ayudarnos a comprender nuestras propias emociones

La pantalla se ilumina y las luces de la sala se apagan. El sonido envuelve todo, los ojos miran hacia adelante en un silencio reverencial. Los primeros segundos de una película son cruciales, es donde se establece el tono y el ritmo que seguirá la trama. Pero no solo eso, también es cuando nos enfrentamos a nuestros sentimientos más profundos. La música, las imágenes y el diálogo pueden tocar fibras muy personales que quizás ni siquiera conocíamos. En ese sentido, el cine puede ser un gran aliado para comprender nuestras propias emociones. Las películas siempre han sido una herramienta valiosa a la hora de explorar temas complejos como conflictos internos o relaciones interpersonales. Seleccionando cuidadosamente lo que vamos a ver podemos encontrar una obra maestra capaz de mostrar con precisión situaciones cotidianas desde otro ángulo o bien ilustrar problemáticas universales con nuevas perspectivas. Un buen ejemplo podría ser «Her» (2013), dirigida por Spike Jonze e interpretada por Joaquin Phoenix y Scarlett Johansson; cuenta la historia amorosa entre Theodore Twombly -un escritor solitario- y Samantha -una inteligencia artificial-. A través del desarrollo de esta narrativa se explora cómo cambian las relaciones humanas en tiempos modernos gracias al avance tecnológico. También tenemos películas como «El club de los poetas muertos» (1989) dirigida por Peter Weir protagonizada por Robin Williams como John Keating quien llega a dar clases en Welton Academy -un colegio privado- y, a través de la poesía, logra inspirar a sus estudiantes para que piensen por sí mismos y tomen riesgos. El cine tiene una capacidad única para transportarnos en el tiempo o llevarnos a lugares que nunca hemos visitado antes. Esto significa una oportunidad para experimentar emociones diferentes y descubrir qué sentimos al respecto. Aunque el espectador sufra con los personajes ante situaciones dramáticas o violentas no es menos cierto que también puede disfrutar enormemente de las escenas cómicas, relajantes e incluso románticas. Todo ello son formas distintas de conectar con uno mismo. En muchos casos, cuando vemos películas estamos viendo nuestra propia vida reflejada en ellas. La forma en cómo se presentan los conflictos o las soluciones pueden ayudarnos a entender mejor nuestras propias experiencias así como aprender nuevas maneras de resolver problemas similares. Otra película interesante podría ser «La mujer del aviador» (1981) dirigida por Eric Rohmer; cuenta la historia de Anne -una joven casada- quién comienza un romance con el amigo del marido tras sospechar infidelidad. Una obra maestra sobre amorío prohibido enfocado desde la inseguridad femenina. Además siempre debemos tener presente que lo importante no es tanto cuál sea nuestro estado emocional mientras veamos una película sino más bien cómo nos sentiremos después: ¿me habrá hecho reflexionar? ¿Me sentiré inspirado/a?, ¿Me hará pensar diferente sobre algo? No hay nada peor que llegar al final de una experiencia cinematográfica sin haber aprendido ni siquiera algo nuevo. Así pues podemos decir sin temor alguno que el cine puede ayudarnos a comprender nuestras propias emociones. La pantalla puede ser un espejo en el que reflejemos nuestros miedos, sueños y esperanzas. Solo hay que saber escoger correctamente lo que vamos a ver.

Los actores que mejor transmiten la emoción en pantalla

El cine es sin duda una de mis grandes pasiones. Y es que, ¿qué puede transmitir más emociones y sentimientos a través de una pantalla que un buen actor o actriz? En esta ocasión me gustaría hablar sobre aquellos intérpretes que logran transmitir sus emociones al espectador como si fueran propias.

Un claro ejemplo de esto es Meryl Streep. Esta actriz estadounidense ha conseguido ganar múltiples premios Oscar gracias a su increíble capacidad para meterse en el papel y hacer sentir lo mismo al público. En películas como La decisión de Sophie o Kramer contra Kramer demuestra su gran talento interpretativo y nos hace sentir cada uno de los dilemas morales por los que pasa el personaje.

Otro actor impresionante es Tom Hanks, quien ha demostrado con creces su habilidad para trasladarnos las emociones del personaje a la perfección. Con papeles tan icónicos como Forrest Gump o Naufrago, ha sabido ganarse nuestro corazón con cada gesto e interpretación impecable.

Pero no solo Hollywood cuenta con grandes representantes del mundo del cine capaces de hacernos vivir las historias más intensamente. No podemos olvidarnos de Ricardo Darín, actor argentino cuyas actuaciones son siempre dignas de mención en cualquier lista sobre este tema. Su naturalidad y expresividad son inigualables, haciendo creer al espectador cada palabra pronunciada en films como El secreto de tus ojos o Relatos salvajes.

En el mundo femenino, otra actriz que se une al listado de las mejores en cuanto a transmitir emociones es Penélope Cruz. Esta española ha demostrado en numerosas ocasiones su gran talento y capacidad para hacernos sentir lo mismo que ella siente. En películas como Volver o Vicky Cristina Barcelona nos regala interpretaciones llenas de pasión y emoción.

No obstante, hay una mención especial que quiero hacer ya que me parece fundamental para entender la importancia del trabajo del actor: los personajes secundarios. A menudo olvidados por el público general pero imprescindibles para lograr una buena película, estos intérpretes son capaces de construir mundos enteros con solo unos minutos en pantalla. Un ejemplo claro sería Toni Collette en Sexto sentido, quien con su papel secundario consigue despertar más sentimientos e inquietudes que algunos protagonistas de otras cintas.

En definitiva, si algo hace grande al cine es la capacidad para hacernos sentir todo tipo de sensaciones gracias a sus maravillosos actores y actrices. Y es precisamente esta habilidad la que convierte cada film en un mundo aparte capaz de trasladarnos a lugares inimaginables y emocionantes.

Las películas más emotivas de todos los tiempos

El cine siempre ha sido una herramienta poderosa para transmitir emociones. A través de la pantalla, podemos sentir felicidad, tristeza, miedo o incluso enamorarnos. Hay películas que no sólo nos hacen llorar o reír; sino que también nos cambian la vida. Aquellas historias que te tocan el corazón y te hacen reflexionar sobre tu propia existencia.

Una de las primeras películas que me viene a la mente cuando hablamos de emociones es ‘La Lista de Schindler’. La historia del empresario alemán Oskar Schindler y su lucha por salvar a sus trabajadores judíos durante el Holocausto es conmovedora e impactante al mismo tiempo. Cada escena está cargada de emotividad, desde el momento en el que Schindler empieza a comprender lo horribles que son las condiciones en las cuales se encuentran sus empleados hasta ese final tan desgarrador en el cual él rompe a llorar al pensar en todo lo que podría haber hecho aún más para ayudarlos.

Otro clásico imprescindible es ‘El Rey León’. Esta película animada cuenta una historia muy profunda acerca del amor fraternal entre dos hermanos leones y cómo éste puede ser puesto en peligro por culpa del egoísmo humano (y animal). Desde su estreno allá por 1994 esta película sigue arrancando lágrimas tanto a niños como adultos gracias a su banda sonora espectacular y esa mezcla perfecta entre comedia y drama.

El cine de animación no sólo tiene a ‘El Rey León’ como ejemplo de calidad cinematográfica, también debemos mencionar ‘Up’. Con una mezcla perfecta entre comedia y drama, esta película cuenta la historia de un hombre que decide viajar en globo hasta Sudamérica después del fallecimiento de su amada esposa. Una historia llena de aventuras, momentos conmovedores e incluso algún toque filosófico acerca del sentido de la vida.

No podemos dejar atrás otra obra maestra: ‘Forrest Gump’. Esta película es una verdadera montaña rusa emocional; desde las risas provocadas por el personaje (interpretado magistralmente por Tom Hanks) hasta los suspiros profundos cuando vemos cómo Forrest se adentra en situaciones difíciles o tristes. Además, hay algo increíblemente emotivo acerca del hecho de ver a un hombre simple pero noble superando obstáculos impensables.

Otras películas que merecen ser mencionadas dentro del género son: ‘La Vida es Bella’, ‘Intocable’, ‘Bajo la Misma Estrella’, y muchas más. Todas ellas destacan por algo muy especial: nos hacen reflexionar sobre lo que significa ser humano. Después de verlas, te das cuenta que todos compartimos sentimientos similares aunque nuestras historias sean distintas.

Son muchos los títulos y obras maestras dentro del cine emocional pero estas cuatro películas me llegaron al corazón profundamente. Espero haber sido capaz transmitirte todo aquello que estos films lograron sacudir en mi interior.

¡Hasta la próxima y feliz cine!