Cómo motivar a tus hijos para aprender inglés
Queridos lectores, en esta ocasión quiero compartir con ustedes algunos consejos para ayudarlos a motivar a sus hijos a aprender inglés de forma divertida. Sabemos que aprender un nuevo idioma puede ser difícil y tedioso, pero si lo hacemos de manera entretenida y amena nuestros niños estarán más dispuestos a adquirir nuevos conocimientos.
La primera recomendación que les hago es que busquen actividades lúdicas y creativas para enseñarles el idioma. Por ejemplo, pueden organizar juegos de mesa en inglés o ver películas infantiles en versión original con subtítulos. De este modo la experiencia se convierte en algo placentero y no como una obligación impuesta por los padres.
Otra opción muy interesante es inscribirlos en algún taller extracurricular donde puedan practicar el idioma con otros niños de su edad. Hoy en día existen muchas academias especializadas en enseñanza del inglés, algunas incluso ofrecen clases online desde casa. Así podrán socializar mientras aprenden un nuevo idioma sin salir de casa.
Los libros son también una excelente herramienta para fomentar la lectura y al mismo tiempo mejorar las habilidades lingüísticas del niño. Intenta elegir títulos acordes a su edad e interés, poniendo énfasis siempre en la diversión antes que el aprendizaje riguroso.
Otro factor importante es involucrar al niño activamente durante todo el proceso de aprendizaje. Pregúntale sobre lo que ha estado estudiando últimamente o sobre algún tema que le haya interesado en particular. Anima su curiosidad y hazle ver lo divertido que puede ser aprender un nuevo idioma.
Por último, es importante que los padres también muestren interés y entusiasmo por el aprendizaje de inglés de sus hijos. Acompañarlos en las actividades o sentarse a conversar con ellos son acciones que pueden marcar una gran diferencia en el proceso educativo del niño.
En conclusión, motivar a nuestros hijos para aprender inglés no tiene por qué ser un trabajo arduo y complicado. Si aplicamos estas recomendaciones con paciencia y dedicación, estamos seguros de que nuestros niños adquirirán nuevas habilidades mientras se divierten.
Ideas divertidas para enseñar inglés en casa
¿Estás buscando formas creativas de enseñar inglés a tus hijos? Entonces estás en el lugar correcto. Como madre y educadora, sé lo importante que es que los niños aprendan un nuevo idioma desde una edad temprana.
Para hacerlo más fácil y divertido, aquí te presentamos algunas ideas originales:
Aprender canciones populares
La música es una herramienta poderosa para aprender inglés. Busca canciones infantiles populares en YouTube y canta junto con tus hijos. Las letras simples les ayudarán a entender mejor el vocabulario y la pronunciación.
Cocinar juntos
Pasar tiempo cocinando juntos puede ser una manera maravillosa de mejorar el vocabulario culinario en inglés, ya sea haciendo galletas o preparando deliciosos platos típicos estadounidenses. Mientras cocinan pueden hablar sobre ingredientes, medidas e instrucciones de forma natural.
Juegos lingüísticos
Haz juegos con palabras como Scrabble o Bananagrams para mejorar su ortografía y capacidad de formular frases completas. También puedes jugar al “veo veo” pero usando objetos cotidianos dentro de casa como protagonistas del juego.
Lectura compartida
Dedica un tiempo cada día para leer juntos cuentos infantiles cortos escritos en inglés, discute las historias mientras leen e intercambien opiniones sobre ellas luego.
No hay ninguna razón para que aprender inglés deba ser aburrido y tedioso. Con estas ideas divertidas, tus hijos estarán aprendiendo sin darse cuenta mientras fortaleces su relación con ellos.
Juegos y actividades para practicar el idioma
Si estás buscando formas divertidas de hacer que tus hijos aprendan inglés, aquí tienes algunos juegos y actividades que puedes probar.
Comenzamos con algo muy sencillo pero efectivo: la canción. Escoger una canción en inglés puede ser un gran recurso para familiarizar a los niños con el idioma. Puedes poner una letra de la canción en papel y pedirles que la canten juntos o incluso pueden crear su propia coreografía mientras bailan al ritmo.
Otra opción es utilizar cuentos infantiles en inglés. Los libros ilustrados son excelentes recursos para capturar la atención de los más pequeños. Lee junto a ellos un cuento corto, explicándoles las palabras nuevas que no entiendan. Después pueden dibujar su personaje favorito del libro o incluso actuar la historia utilizando diferentes roles.
Los juegos también son una excelente manera de aprender nuevos vocablos e internarse en las estructuras gramaticales inglesas por diversión. El clásico juego ‘Simon dice’ puede ser adaptado fácilmente cambiando las instrucciones a «Simon says touch your nose» o «Simon says jump». También se pueden jugar al veo veo (I spy) donde uno describe objetos y el otro debe adivinar sobre qué objeto está hablando
También puedes fomentar el uso del lenguaje cotidiano utilizando etiquetas bilingües pegadas en diversos elementos como juguetes, electrodomésticos o muebles dentro del hogar. Esta técnica ayuda mucho cuando comienzan a asociar individuos u objetos con sus nombres propios en inglés.
Para finalizar, si a tus hijos les gusta cocinar puedes buscar recetas sencillas y divertidas con ingredientes que ellos reconozcan para hacer juntos. Durante la preparación pueden hablar de los instrumentos utilizados como bowl o spoon, sumando nuevos términos a su vocabulario diario mientras hacen algo creativo y disfrutan del resultado al final.
Consejos prácticos para hacer del aprendizaje de inglés un hábito diario
Hasta aquí hemos llegado. Espero que estos consejos te sean de utilidad y puedas aplicarlos en el día a día con tus hijos. Recuerda que lo importante es no perder la motivación y encontrar la manera más adecuada de aprender según las necesidades y gustos personales. Aprender inglés puede ser una tarea divertida si se enfoca desde una perspectiva amable y lúdica, sin presionar ni imponer objetivos inalcanzables a los niños. La clave es fomentar el interés por esta lengua universal a través de actividades cotidianas como ver películas en versión original, escuchar música o leer cuentos bilingües.Otra opción interesante son las clases extraescolares o los campamentos temáticos donde los niños pueden convivir con otros compañeros mientras practican el idioma al mismo tiempo que realizan diversas actividades recreativas.En cualquier caso, siempre hay que tener presente que cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje, por lo que resulta fundamental respetarlo y apoyarlo en todo momento sin forzarlo ni desmotivarlo.Para aquellas familias interesadas en profundizar aún más en el estudio del inglés existen multitud de recursos disponibles como juegos educativos, aplicaciones móviles o libros específicos según distintos niveles y edades.No olvides tampoco la importancia del contacto directo con hablantes nativos ya sea mediante viajes al extranjero o intercambios lingüísticos online. Este tipo de experiencias pueden ayudar enormemente a consolidar conocimientos previos así como adquirir nuevas habilidades y destrezas comunicativas.En definitiva, lo más importante es encontrar la forma más adecuada de aprender inglés según las necesidades y gustos personales, sin dejar nunca de lado el aspecto lúdico y divertido que puede convertir cualquier tarea en una actividad amena e interesante para toda la familia.