El origen del té y su expansión en Asia
Queridos lectores,
En esta ocasión, quisiera compartir con todos ustedes la apasionante historia detrás de los tés más famosos del mundo. Me adentro en un tema que ha cautivado a muchas culturas desde hace siglos: el té.
La llegada del té se sitúa en Asia, específicamente en China. Según cuenta una leyenda, mientras el emperador Shen Nung hervía agua debajo de un árbol, algunas hojas cayeron dentro de la olla y le dieron sabor al agua caliente. Este fue el primer descubrimiento del té como bebida.
A partir de allí comenzó una larga e interesante expedición por todo Asia para conocer más sobre las distintas variedades de este aromático brebaje. En Japón por ejemplo, los monjes budistas introdujeron distintas formas ritualizadas para preparar el té, convirtiéndolo posteriormente en una ceremonia importante tanto cultural como religiosa.
Pero quizá uno de los mayores hitos que marcaron la expansión mundial del consumo de té ocurrió cuando los británicos llevaron esta bebida a Europa durante sus travesías comerciales hacia Oriente y colonizaran India. Allí descubrieron ciertas variedades autóctonas muy especiales y comenzaron a cultivarlas masivamente hasta convertirse hoy día en uno de los mayores productores mundiales.
No obstante lo anterior no significa que haya sido fácil popularizarlo entre todas las clases sociales europeas; al principio solo era consumido por familias aristocráticas quienes podían costearlo en grandes cantidades. Fue hasta el siglo XIX que su producción y distribución permitió una mayor accesibilidad económica a todos los sectores de la población, popularizándose así su consumo.
En Asia existe un vasto conocimiento sobre las diferentes variedades de té y sus usos terapéuticos gracias a estudios científicos especializados en medicina tradicional china, algo que ha sido muy valorado desde tiempos antiguos.
La historia detrás del té es realmente fascinante. ¿Quién hubiera pensado que esta bebida humilde tendría tanta relevancia cultural e histórica? A lo largo del tiempo se han creado muchas historias alrededor de este aromático brebaje, dando lugar incluso a leyendas místicas como la “Leyenda del dragón verde” -que trata sobre un árbol milenario rodeado por una niebla fantasmal en cuyas ramas crecen hojas gigantes que se transforman en espíritus guardianes-, entre otras muchas más.
Ahora bien, esto es solo el principio de nuestra exploración por los tés más famosos del mundo. En mi siguiente entrega les contaré acerca de los distintos tipos existentes y sus propiedades; no se pierdan ese artículo para ampliar aún más nuestros conocimientos cultural y gastronómico
Los tés más populares de China: verde, negro y oolong
La cultura del té es una parte fundamental de la vida china. Esta bebida ha estado presente en el país desde hace más de 5.000 años, convirtiéndose en un elemento vital tanto para su economía como para su sociedad.
Entre los muchos tipos de té que se producen en China, tres destacan por encima del resto: el té verde, el té negro y el oolong.
Té verde
El té verde es uno de los tés más famosos del mundo debido a sus propiedades antioxidantes y diuréticas. Este tipo de té se produce principalmente en zonas montañosas donde hay una buena humedad y temperatura adecuada para su cultivo.
Aunque existen muchas variedades diferentes, todas ellas tienen algo en común: las hojas no son sometidas al proceso oxidativo que sí experimentan otras variedades como el té negro. En lugar de eso, tras ser cosechadas las hojas frescas están expuestas al sol durante un tiempo determinado con el objetivo principal de eliminar la humedad excesiva.
Té negro
Otra variedad popular entre los amantes del buen té es el conocido como “té rojo” o “té negro”. El nombre proviene precisamente del color oscuro que adquiere durante su proceso productivo.
Tradicionalmente cultivado principalmente en la provincia de Yunnan, el té negro se produjo por primera vez en la dinastía Ming (1368-1644) y fue exportado a Europa durante el siglo XVII.
El proceso de producción del té negro incluye una etapa de marchitamiento en la que las hojas frescas se extienden sobre una superficie plana para que pierdan agua. Después se someten al llamado “corte” o machacado antes de pasar por un proceso completo de fermentación. Finalmente son secadas al sol y almacenadas hasta su comercialización.
Té oolong
Por último tenemos el té Oolong, también conocido como “té azul”. Este tipo representa algo intermedio entre los dos anteriores debido a que tiene características tanto del verde como del negro.
Su elaboración es muy delicada y requiere mucho cuidado por parte del productor ya que debe controlar constantemente tanto las condiciones climáticas como la humedad exacta para conseguir un sabor óptimo.
En resumen, estos tres tipos principales de tés chinos tienen cada uno sus propias peculiaridades lo cual les confieren sabores únicos e incomparables. Además, gracias a sus diferentes procesos productivos ofrecen distintas propiedades beneficiosas para nuestra salud. ¿Cuál es tu favorito?
El té matcha japonés: tradición e historia samurái
Es imposible hablar del té matcha japonés sin evocar la historia y las costumbres de Japón. La ceremonia del té, que sigue siendo una práctica muy arraigada en la cultura japonesa, se remonta al siglo XV cuando el monje zen Murata Shuko popularizó esta forma de presentar el té en su casa.
Pero más allá de la ceremonia, el matcha es un producto con una trayectoria histórica larguísima y fascinante. Según cuenta la leyenda, el príncipe Sattva le ofreció por primera vez hojas secas de té a Buda para elevarle los ánimos después de una penitencia fallida. Desde entonces, se cree que llegó a China gracias a los monjes budistas japoneses que viajaron hasta allí para estudiar las enseñanzas religiosas.
Cuenta la historia que fue Eisai Zenji (1141-1215), fundador del linaje Rinzai del budismo zen en Japón, quien introdujo las semillas molidas del arbusto Camellia Sinensis al país nipón desde China durante su segundo viaje como peregrino hacia 1191 d.C. Fue él también quien clasificó diferentes variedades cultivadas según sus propiedades medicinales: Gyokuro (de sabor dulce), Sencha (hojas frescas) o Bancha (que no necesita ser preparado con agua caliente).
Sin embargo, hay quienes sostienen que fueron los guerreros samuráis quienes adquirieron mayor protagonismo en la historia del té japonés. Se dice que los samuráis utilizaban el matcha como un estimulante antes de ir a la batalla, gracias a su alto contenido en teína y antioxidantes.
Pese a las diferentes versiones sobre su origen, lo cierto es que el té matcha llegó para quedarse en Japón y se convirtió no solo en una bebida sino también en una herramienta cultural y social que ha sido venerada por siglos.
En las ceremonias del té tradicionales japonesas el matcha se sirve con dulces pequeños conocidos como wagashi. Los comensales se arrodillan frente al anfitrión mientras este prepara el brebaje utilizando instrumentos muy particulares: molinillo cerámico (chawan), cuchara medidora (chasaku) y batidor de bambú (chasen).
A día de hoy, este tipo de ceremonia sigue siendo muy popular entre los amantes del té japonés. De hecho, existen escuelas especializadas donde jóvenes aprendices pueden llegar a perfeccionar sus habilidades durante toda su vida.
Más allá de la ceremonia, uno puede disfrutar del sabor único e intenso del matcha combinándolo con distintos ingredientes: leche vegetal para hacer un latte o incluso utilizarlo como ingrediente principal para postres tales como pasteles o galletas.
La influencia británica en el consumo de té y la creación del afternoon tea
Me apasiona hablar sobre el té, una bebida que ha acompañado a la humanidad desde hace siglos. Hoy quiero centrarme en su historia en Inglaterra, donde se convirtió en un símbolo de elegancia y distinción.Fue gracias a la Compañía Británica de las Indias Orientales que el té llegó a Gran Bretaña a mediados del siglo XVII. Al principio solo lo consumían los aristócratas, pero poco a poco se popularizó hasta convertirse en parte fundamental de la cultura inglesa.Con el tiempo surgieron diferentes formas de preparar el té, siendo una de las más famosas y elegantes el afternoon tea. Esta tradición nació gracias al deseo por parte de la Duquesa Anna Maria Stanhope (más conocida como La Duquesa Verde) por tener algo dulce para comer entre comidas. Así surgió esta costumbre hoy tan extendida.El afternoon tea es un servicio completo con scones, mermelada, clotted cream y pequeños sandwiches salados con ingredientes finos como pepino o salmón ahumado. Se sirve generalmente entre las 15:00 y las 17:00 horas.En esa época era muy normal invitar amigos para tomar este tipo de merienda después del almuerzo e incluso algunas tiendas especializadas empezaron a comercializar sets para prepararlo correctamente en casa.Sin embargo, no todo fue fácil durante este proceso histórico. Muchas mujeres lucharon contra los estereotipos sociales al querer participar activamente tanto dentro como fuera del hogar tomando un rol importante en la hora del té. Ellas fueron las creadoras de este ritual, capaces de mostrar su habilidad y elegancia en un ambiente social.Por otra parte, también se debe destacar que el comercio del té fue una época muy oscura para muchas personas. En India, donde se cultivaba este producto para ser distribuido por todo el mundo, muchos campesinos trabajaban prácticamente como esclavos en condiciones inhumanas.En definitiva, la historia detrás del consumo de té es tan apasionante como controvertida. A pesar de ello no podemos negar que esta bebida representa mucho más que un simple líquido caliente con sabor a hierbas: es cultura e historia convertidas en una ceremonia llena de detalles y tradiciones.Entonces me pregunto queridos lectores ¿cuándo será el momento perfecto para disfrutar juntos una tarde inglesa alrededor del aroma dulce y relajante del té? Sin duda una invitación irresistible.
El chai masala indio: una mezcla de sabores y culturas
Para entender el origen del chai masala, tenemos que remontarnos a la India del siglo XIX. En este país asiático, el té ya era una bebida popular gracias a su comercio con los británicos. Sin embargo, no fue hasta la llegada de los ingleses cuando se empezaron a producir plantaciones de té en las regiones montañosas del norte.Fue entonces cuando se originó también una variedad especial de té aromatizado con especias locales como canela, jengibre o cardamomo. Esta nueva versión del té conquistó rápidamente al paladar local por su sabor exótico y sus propiedades medicinales.Aunque el término “chai” simplemente significa “té” en hindi (el idioma oficial de la India), esta palabra ha sido adoptada globalmente para hacer referencia específicamente al té especiado indio. El nombre completo sería “masala chai”, donde “masala” hace referencia a las especias utilizadas para su elaboración.Pero no solo es importante hablar sobre sus orígenes sino también sobre lo que representa culturalmente este tipo de bebida en la actualidad. En muchos países occidentales se ha convertido en todo un ritual compartir un momento relajado tomando un buen vaso de chai latte hecho con leche vaporizada y especias aromáticas.En cuanto a cómo prepararlo correctamente, existen diferentes versiones según cada región e incluso cada familia india tiene su propia receta especial guardada celosamente desde generaciones anteriores.Una técnica común es calentar agua junto con las hojas secas del té negro Assam y añadirle las especias que se deseen. Después de un tiempo, se añade la leche y el azúcar para obtener una bebida cremosa y dulce.El chai masala es más que una mezcla de sabores, es también un reflejo de la riqueza cultural e histórica del país donde fue originado. Es por eso que te invito a probarlo en su forma más auténtica y disfrutar del sabor exótico y los aromas únicos que solo pueden encontrarse en esta bebida tan especial.
El mate argentino: simbolismo, ritualidad y cultura popular
En este artículo hemos viajado a través de la historia detrás de los tés más famosos del mundo. Desde el té negro británico hasta el té verde japonés pasando por el chai indio, todos tienen una rica tradición detrás que merece ser conocida.Pero antes de despedirnos quiero compartir con ustedes un poco sobre mi país natal, Argentina, y su bebida nacional: El Mate.Para nosotros los argentinos El Mate es mucho más que una simple infusión. Es un símbolo de nuestra identidad cultural y forma parte importante en nuestro día a día. A lo largo del tiempo ha desarrollado toda una ritualidad en su consumo y ha sido protagonista en innumerables reuniones sociales.No hay nada más común que caminar por las calles porteñas y encontrarnos con alguien tomando mate mientras espera el transporte público o charla amigablemente con sus pares. Incluso hoy en día se puede ver como muchos jóvenes universitarios comparten mate entre ellos mientras estudian juntos para sus exámenes finales.¿Cómo se prepara esta bebida tan especial? Lo primero es contar con la yerba mate adecuada (una hoja molida) y una bombilla para beberlo (un tubo metálico). Luego debemos calentar agua hasta unos 80 grados Celsius aproximadamente sin llegar a hervir ni sudar demasiado. Agregamos la cantidad necesaria de yerba dentro del recipiente donde vamos a tomarlo (mate) dejando espacio suficiente para poder agregar agua caliente después sin moverla ya que luego colocaremos ahí mismo la bombilla oblicua asegurándonos de que quede bien sumergida.Una vez preparado esto, debemos esperar a que el agua caliente comience a entrar en contacto con la yerba. Es importante no agitar el mate para evitar obstruir la bombilla y así poder disfrutar de una experiencia única en cada sorbo.El Mate es mucho más que una bebida, es un acto social, cultural e histórico. De hecho, fue considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO en 2016.En resumen puedo afirmar que así como todos los tés del mundo tienen su historia detrás El Mate argentino tiene su propia historia rica en simbolismo y ritualidad. Espero haberlos transportado aunque sea por un momento al corazón de Argentina donde esta bebida forma parte del día a día de toda nuestra sociedad.